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    Técnicas mixtas. 2010. 112 x 111 cm.

     

    David creó un centro político y espiritual para el país: Jerusalem.

    Y comenzó el proceso que convirtió a la ciudad en el centro, símbolo y esperanza del pueblo judío. En Jerusalem, casi siempre en la ciudad antigua y la Roba, quería pintar cada centímetro, todo lo que el contenido era mayor que el continente. El cuerpo no podía albergarlo más. Y trascendía su envoltura material. El ángel guiaba mi mano. Yo perdía el control de todo, pero a los pocos minutos miraba el boceto, con las formas y colores que estaban allí, sin que yo recordara haber intervenido Las piedras en Israel son un todo mágico. Las piedras, testigos mudos pero elocuentes, cargadas de magia y misterio desafiaban mi paleta desesperada. Quisiera depositar una caricia y una plegaria sobre cada una de tus piedras, Jerusalem.

    Desde el primer día intenté penetrar el secreto de las piedras. La Roba es de piedra. Por sus callejuelas estrechas no circulan autos. Angostas escaleras de piedra van comunicando los infinitos niveles, flanqueadas por muros de piedra. También son de piedra los techos, las cúpulas.

    La arquitectura de piedra fue hecha para la eternidad, quedando los otros materiales para las construcciones domésticas.

    Jerusalem está hecha de piedra, como los templos y los palacios, para siempre.

    La roba es toda de piedra.

    Mi tallercito ero próximo al lugar de la foto

     

     

    Nunca me fui. Sigo estando allí, después de más de tres mil años.

    Como pintor solo me queda brindar testimonio de mis sentimientos, recordar los sufrimientos que afrontaron durante tres mil años los mártires judíos para lo que fue, es y será la ciudad sagrada, el centro de inspiración de nuestro pueblo.

     

    Jerusalem La Roba Hsiheudi

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    Técnicas mixtas. 2010. 112 x 111 cm.

     

    David creó un centro político y espiritual para el país: Jerusalem.

    Y comenzó el proceso que convirtió a la ciudad en el centro, símbolo y esperanza del pueblo judío. En Jerusalem, casi siempre en la ciudad antigua y la Roba, quería pintar cada centímetro, todo lo que el contenido era mayor que el continente. El cuerpo no podía albergarlo más. Y trascendía su envoltura material. El ángel guiaba mi mano. Yo perdía el control de todo, pero a los pocos minutos miraba el boceto, con las formas y colores que estaban allí, sin que yo recordara haber intervenido Las piedras en Israel son un todo mágico. Las piedras, testigos mudos pero elocuentes, cargadas de magia y misterio desafiaban mi paleta desesperada. Quisiera depositar una caricia y una plegaria sobre cada una de tus piedras, Jerusalem.

    Desde el primer día intenté penetrar el secreto de las piedras. La Roba es de piedra. Por sus callejuelas estrechas no circulan autos. Angostas escaleras de piedra van comunicando los infinitos niveles, flanqueadas por muros de piedra. También son de piedra los techos, las cúpulas.

    La arquitectura de piedra fue hecha para la eternidad, quedando los otros materiales para las construcciones domésticas.

    Jerusalem está hecha de piedra, como los templos y los palacios, para siempre.

    La roba es toda de piedra.

    Mi tallercito ero próximo al lugar de la foto

     

     

    Nunca me fui. Sigo estando allí, después de más de tres mil años.

    Como pintor solo me queda brindar testimonio de mis sentimientos, recordar los sufrimientos que afrontaron durante tres mil años los mártires judíos para lo que fue, es y será la ciudad sagrada, el centro de inspiración de nuestro pueblo.

     

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